por Marc Vandepitte
y Tuur Van Empten
Tiempo atrás, Cuba anuncio que
llevaría a cabo importantes reformas económicas. Esta noticia llevó a alguna
gente a interpretar que el modelo socialista llegaba a su fin. ¿Cuál es la
situación actual? Como respuesta damos aquí la exposición de Marc Ingelbrecht,
hasta recientemente representante de Oxfam Solidaridad en Cuba, donde vivió
largamente.
Adecuación necesaria
Cuba tiene un alto puntaje a nivel social, pero lo
logra con escasos medios. Dicho de otra manera, el país no posee una base
económica que le permita continuar solventando sus logros sociales. Cuba es una
sociedad excesivamente subsidiada, el gobierno interviene en prácticamente todos
los terrenos: educación, cuidado de la salud, transporte, electricidad, empleo,
etc. Con la excepción de un escaso porcentaje de campesinos privados y de
independientes pequeños casi todos los trabajadores eran funcionarios estatales.
Esta situación era insostenible. Para poder mantener y seguir solventando los
logros sociales era necesaria una adecuación a fondo.
Por esta razón se lanzó una batería completa de
disposiciones. La más evidente fue la consistente en reducir paulatinamente 1,5
millones de puestos de trabajo en el sector público. Al principio se pensó en
suprimir medio millón ya para 2010, pero hubo atraso debido a que los nuevos
lugares de empleo, a saber, en la construcción y la agricultura, fueron tomados
principalmente por jubilados y jóvenes.
Además de esta medida, se amplió el sistema de
trabajo independiente. Por el momento hay medio millón de personas trabajando de
esta manera, es decir, más del doble de las que lo hacían antes de aplicar la
medida. Sin embargo, no siempre la cosa marcha sobre ruedas.
Se aplican también nuevas formas de remuneración en
las que el sueldo depende de del rendimiento, con el objetivo de aumentar la
producción . Finalmente, se quiere
ampliar el sistema de cooperativas existente. En Cuba, la disminución de la
intervención del estado no es una cuestión de privatización sino, más bien, de
descentralización y cooperativización.
Nuestros medios de comunicación dieron a conocer
también que se había introducido la venta libre de autos y viviendas. 85 % de
los cubanos es propietario de su casa, la que antes no podía vender sino
solamente cambiar por otra. El objetivo de la venta libre es resolver el
problema de alojamiento y crear empleos. También se prevén créditos para el
mejoramiento de viviendas y, para quienes lo necesiten, materiales de
construcción gratuitos. Muchos se preguntan si esta disposición no va a
acrecentar las desigualdades. ¿No van a aumentar los precios de tal manera que
le impidan comprarse una casa al cubano común?
También se han tomado en consideración los
subsidios. Se pasa del subsidio “indisciplinado” al “disciplinado”. Actualmente,
los cubanos tienen que pagar más por una cantidad de servicios ofrecidos, como
por ejemplo el gas y la electricidad. Como quien dice, antes era más barato
dejar la hornalla de gas encendida que usar fósforos para encenderla de nuevo.
En un cierto plazo desaparecerá la libreta de racionamiento, la que será
reemplazada por un subsidio para personas que lo necesiten.
La educación y la salud se mantienen gratuitas pero
se racionalizan. Los servicios de salud se usaban en exceso; los cubanos iban al
hospital por la más pequeña molestia, y por la menor enfermedad se les hacía un
escándalo. Ahora se quiere revalorizar al médico de la familia y hacer un uso
más racional de los aparatos técnicos. En educación se quiere orientar la
elección de carrera hacia los sectores técnicos, es decir, se prefieren peritos
y técnicos a médicos y abogados. En esto se choca con la resistencia de la
población.
Finalmente, se quiere terminar con el doble circuito
monetario. El circuito subsidiado trabaja con el peso, el no subsidiado con el
CUC = 24 pesos. Los sueldos se pagan en pesos y son, en comparación, con el
dolar, muy bajos. No obstante, la situación financiera no permite aún eliminar
el sistema monetario doble.
Una base de sustentación amplia
Los cubanos pudieron participar en gran escala en la
concepción y ejecución de las reformas. La población tomó parte extensamente en
la preparación del último congreso, el que ratificó las medidas. Millones de
ciudadanos discutieron las primeras proposiciones en reuniones en fábricas,
escuelas y barrios. La tarea consistió en anotar lo que la gente decía y
presentar el informe aún cuando se tratara de ideas así llamadas
antirevolucionarias. Hubo cientos de miles de enmiendas.
La participación masiva de la población es necesaria
ya que las mencionadas medidas significan, para muchos, un cambio muy importante
que frecuentemente lleva a la inseguridad. ¿Qué va a pasar si nos quedamos sin
trabajo?, ¿Cuánto tiempo vamos a tener todavía cuidados de la salud y educación
gratuita?, ¿Qué me va pasar si no quiero ser granjero o albañil? La mayoría de
la población todavía apoya la revolución, pero el reto consiste en motivar y
mantener motivados a los jóvenes, quienes consideran los logros como evidentes.
Educación y cuidado de la salud no constituyen su problema, lo que quieren es
mejorar su situación lo más rápidamente posible y temen que esta apertura no
dure mucho tiempo. Los cubanos tienen, a veces, opiniones algo ingenuas de lo
que sucede en otras partes del mundo. Por ejemplo, piensan que el cuidado de la
salud es gratuito en todas partes. Quienes se enteran de que aquí en
Europa,pagamos al estado 50 % de impuestos y seguridad social, consideran esto
indeseable. También piensan fácilmente que la privatización resuelve todos los
problemas.
Asimismo, en el partido mismo hay resistencia. Uno
de los grandes riesgos está constituido por el grupo del partido que pierde sus
privilegios. En este momento hay altos funcionarios apresados por corrupción.
Oportunistas. Poetins y Jeltsins en ciernes, que quieren sacar provecho propio
de la privatización. Raúl busca el apoyo más amplio posible de la población para
superar esta resistencia.
El funcionamiento del partido es muy criticado, y no
menos por Raúl Castro. La conferencia del partido de enero-febrero de 2012
pretendía, entre otras cosas, enfocar este problema. Raúl tiene la intención de
depurar el partido de corruptos y oportunistas, de aquellos que se hacen
miembros para conseguir un puesto. Un puesto o un empleo no se deben adjudicar a
alguien por ser miembro del partido sino por poseer los conocimientos
apropiados. Se ha creado un nuevo ministerio que examina todos los ministerios y
empresas y toma decisiones claras que pueden conducir al despido si es
necesario. Raúl quiere dar la oportunidad de manifestarse a las voces críticas
dentro del partido. También le pide a la prensa que cumpla su rol crítico más
que antes. El resultado es que hoy se publican más artículos
críticos.
Existe una oposición política de derecha, que tiene
pocos seguidores en el país y que dirige su acción sobre todo hacia el exterior.
Una investigación norteamericana lo ha corroborado. Hay personas que han sido
elegidas desde la oposición. El partido comunista no presenta listas de
candidatos, lo que sí puede es rechazar candidatos. Existen también partidos
políticos ilegales, entre otros los de tendencia social democrática y demócrata
cristiana, los que cometen un grave error dejándose patrocinar por el exterior,
pues los cubanos son muy nacionalistas y desconfían de ese modo de trabajar. Hoy
en día, la oposición viene de las damas de blanco y de los
“blogueros”. El objeto de los grupos de oposición ha desaparecido debido
a la liberación de los así llamados disidentes. En Cuba hay una suerte de radio
tam tam que la gente llama radio Bemba. En ella se puede escuchar toda la
información disidente, que incluye noticias del exterior.
La oposición más importante tiene lugar dentro del
partido y se puede decir que el opositor más importante es Raúl. El discute,
controvierte, cuestiona, impugna, y para ello puede contar con el apoyo de la
población. El hecho de que los logros sociales, tales como acceso a la educación
y al cuidado de la salud para todo cubano siguen siendo prioritarios, tiene
mucho que ver con eso.
Se conserva el socialismo
El objetivo del proceso de renovación es
perfeccionar el modelo, impedir el desgaste y construir un socialismo con
espacio para la iniciativa personal. Con todo, para la dirigencia revolucionaria
es un hecho resuelto que Cuba se mantiene socialista. Raúl castró expresó: ‘Yo
no he sido elegido presidente para introducir el capitalismo nuevamente ni para
abandonar el socialismo. He sido elegido para defender, mantener y continuar
perfeccionando el socialismo y no para destruirlo.’ El estado seguirá siendo
importante como empleador. Las privatizaciones no implican que las propiedades
pasarán a manos privadas. Las nuevas estructuras son, mayormente, cooperativas,
y las empresas conjuntas o alianzas comerciales no se refieren a la propiedad
sino a la explotación. Por ejemplo, estas alianzas comerciales no pueden
contratar ni pagar personal ellas mismas; lo hace el gobierno.
Igualmente, el estado seguirá garantizando el
cuidado de la salud y la educación como así también la repartición de las
riquezas. A diferencia del capitalismo, el estado tiene control sobre la
economía y garantiza las funciones sociales tales como los servicios básicos y
la repartición justa. Esto sucede a disgusto de los Estados Unidos y Europa, los
que esperaban el derrumbe y la privatización de la economía. Obama continúa
manifestando que nada cambia en Cuba. Los Estados Unidos no desean una Cuba socialista y lo dicen
abiertamente. Esta es, también, la opinión de Europa, la que, sin embargo, se
manifiesta menos explícitamente.
El hecho de que se mantenga el socialismo explica
porque el proceso de renovación marcha tan lenta y cautelosamente. Las
disposiciones se llevan a la práctica cuando se cumplen las condiciones
necesarias; en su defecto se posponen. Este fue el caso con la reducción del
empleo en el sector público. Al respecto, Raúl Castro manifestó: ‘Repito que los
problemas no serán resueltos de manera espectacular. Resolver nuestros problemas
tomará tiempo, pero lo haremos sistemáticamente y con dedicación, para
consolidar cada realización por pequeña que sea’. Aún así, los cubanos se
encuentran en un difícil período de cambio, por ejemplo, los subsidios
desaparecen sin que se hayan aplicado las nuevas formas de
remuneración.
Las reformas han sido propuestas en un mal momento.
Cuba busca un equilibrio entre los logros sociales y su capacidad económica en
un período de crisis económica y de cambio histórico de generaciones. En los
años 90 Cuba se vio enfrentada a
una crisis económica, consecuencia de la caída de la Unión Soviética. Este
Período Especial no ha pasado del todo, y en él se inserta la crisis financiera
y económica actual, la que también acarrea graves consecuencias a Cuba. Se trata
de una crisis en otra crisis. Al mismo tiempo se despliega un cambio de
generaciones. La generación vieja de la revolución se ha reducido. Una nueva
generación de líderes está lista pero no tiene su carisma ni ese vínculo con la
revolución. Para Raúl Castro está fijo, es ahora o nunca. En enero de 2012 lo
expreso así: ‘La generación que llevó a cabo la Revolución tiene la excepcional
oportunidad histórica de poder ejecutar las correcciones de sus propios errores,
lo que constituye una prueba concluyente de que los mismos no han tenido
consecuencias estratégicas. De lo contrario, hoy no estaríamos en pié. Aún
cuando ya no somos jóvenes, no podemos dejar pasar esta
oportunidad.’
Conclusión
Con dificultades y nuevas enmiendas, Cuba camina
hacia una justa sociedad socialista. Realmente vale la pena seguir este proceso
y sentirse inspirados en él en nuestra búsqueda de alternativas a nuestra
sociedad caduca.
*Este artículo se basa en dos
conferencias de Marc Ingelbrecht, las que se llevaron a cabo el 9 de febrero y
el 5 de mayo de 2012 por invitación del grupo de trabajo ‘Cuba’ de la
organización “Cristianos para el Socialismo” (Bélgica), del grupo de trabajo
‘Cuba’ del “Movimiento de Trabajadores Cristianos” (Bélgica) y del directivo de “Solidaridad Mundial”
de Lovaina (Bélgica).
Tuur Van
Empten es ex-redactor en jefe de La Guía en el dominio
social.
Marc
Vandepitte es autor de diversos libros sobre
Cuba.
Enviado por: Miguel Gonçalves Trujillo Filho
Não podemos concordar que CUBA abra mão de toda a metodologia de Governo Estatal, deve sim, buscar meios que permita crescer economicamente e sobreviver ordeiramente dentro do regime que a levou para o alto novel, na Educação, Saúde etc; UNIDOS SOMOS FORTES.
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